EL CINE EN TIEMPOS DE NETFLIX
- LOLA J. ESPEJO
- 3 abr 2024
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 27 jun 2024
Cuando era pequeña recuerdo que en mi casa, los fines de semana, cuando no sabíamos qué hacer, mi padre siempre decía: ¿Y si vamos al videoclub o al cine? Siempre he pensado que mi padre es el responsable de que me guste tanto no solo el cine como tal, sino ir físicamente a la sala. Toda la semana de trabajo en el cole y en el conservatorio deseando que llegara el fin de semana para ver qué película veríamos. Todos los fines de semana veíamos una o varias pelis, si no era en la tele, era una del videoclub (Dios mío, cómo echo de menos los videoclubs) o en ocasiones especiales, íbamos al cine a ver una peli nueva y comprábamos chuches y palomitas, literalmente el cielo.

Cuando iba a un sitio nuevo siempre me gustaba ir al cine. Y mis padres me decían: “Pero si podemos ir al cine cuando queramos, estamos aquí dos días y quieres perder una tarde yendo al cine…” ¿Perdiendo la tarde? ¿Perdona? Para mí ir al cine nunca jamás es perder el tiempo, aunque la película no me guste. Incluso de mayor cuando he ido a otros países me encanta ir a ver cómo son los cines, qué snacks tienen, en qué se diferencian... Por ejemplo, cuando estuve en Suecia me pareció super curioso que allí los cines suenan mucho más bajito, recuerdo que fui a ver ‘Deadpool’ y cuando pasaba algo gracioso y la gente de la sala se reía, no podía escuchar los diálogos y como los subtítulos estaban en sueco, no podía entender lo que decían mientras la gente se reía. Y es que, en comparación, en España los cines suenan súper altos, cosa que me encanta, porque si ves una película en casa, normalmente tienes que estar subiendo el volumen en los diálogos y bajándolo en los momentos de explosiones o cosas así, y si voy al cine me gusta que suene todo bien alto y claro.
Entiendo que no todo el mundo se siente así, que hay gente que prefiere gastar su dinero en otras cosas o directamente le da pereza salir a la calle para acabar encerrada pudiendo ver las pelis en casa, pero es que para mí es como: ¿Día lluvioso? Cine. ¿Día triste? Cine. ¿Tienes la regla? Cine. ¿Primera cita? Cine. ¿Tienes el día antisocial pero habías quedado con alguien? Obvio… ¡Cine!

Otra cosa que me parece fascinante del cine es cómo cambia la percepción de una película de verla en tu casa a verla en el cine. Para mí hay películas que merecen la pena ver en el cine y otras que no. Por eso me encantan los cines que reponen películas, porque te dan la oportunidad de ver de nuevo películas que no pudiste ver en el cine, ya sea porque se te pasaron o en ocasiones, porque no habías nacido. Y es que hay películas que merece la pena ver en el cine porque se escucha mejor, se aprecian mejor los detalles y se vive la experiencia al completo.
¿Te acuerdas que hace un rato dije que mi padre me inculcó el amor por el cine? Pues bien, a mi padre le encanta ver películas e ir al cine, pero su género favorito es uno que muchos cinéfilos critican por su falta de sustancia y es la acción. A mí el cine de acción me flipa porque me recuerda a mi padre y porque me lo paso bien, es puro entretenimiento y es lo que me gusta ver cuando quiero desconectar un poco y me apetece ver una peli pero no quiero pensar mucho. Y es que yo creo que todo cine tiene un fin, el cine de autor me hace reflexionar o apreciar la belleza en ciertas cosas que no me paro a mirar normalmente, el cine romántico y los dramas me sirven cuando estoy mal y quiero sacar las emociones a flor de piel y la serie Z o el cine de acción estilo blockbuster me hace flipar con los efectos y desconectar del mundo por un momento.
Ir al cine me parece una experiencia, una pausa en la vida. Cuando estoy estresada, aunque sienta que no tengo tiempo para nada, siempre intento encontrar un hueco para ir al cine. Esas dos horas (más o menos) en las que no te importa que alguien te esté hablando, pones el móvil en silencio y te olvidas del mundo exterior durante un momento para entrar en un mundo nuevo. Para mí estas pausas son súper necesarias, porque tengo tantas cosas en la cabeza normalmente que no encuentro otra forma de hacerlas. Y eso es algo que las plataformas de streaming no te dan. Es tan difícil elegir entre los catálogos infinitos de películas y series… Y una vez decides y consigues ver algo nada te impide coger el móvil y hablar mientras con alguien, pararla para ponerte a hacer otra cosa, quitarla y poner otra peli o serie… Es otro rollo. Como todo en la vida, todo tiene sus partes buenas y sus partes malas y a cada persona le funcionará una cosa, pero para mí, ir al cine se ha convertido en una vía de escape y por ese motivo este año me puse a mí misma el reto de ir al cine una vez a la semana.

A principios de esta semana fui a los cines Renoir Floridablanca en Barcelona para ver ‘Desconocidos’ (‘All of Us Strangers’) del cineasta británico Andrew Haigh y wow. La verdad es que es de esas películas que cuando salgo de verlas no sé si me han gustado o no. ¿Os pasa? Yo cuando voy a ver una película me gusta no saber nada, o saber lo mínimo. Nunca veo trailers antes de ver una película, incluso si voy al cine y ponen el trailer de una película que quiero ver, cierro los ojos y me tapo los oídos para saber lo mínimo. A veces me encanta porque me llevo muchas sorpresas, pero en ocasiones, como con esta película, las expectativas me juegan una mala pasada. Me esperaba ir a ver una película ligerita, dramática pero ligerita y la verdad es que se me hizo bastante turbia y densa, de hecho, creo que es la típica película en la que tienes que realizar un segundo visionado para darle sentido y forma. En este caso, lo que me convenció para ir a verla fueron los protagonistas, ya que no conocía la filmografía del director. Está protagonizada por Andrew Scott, AKA el cura de ‘Fleabag’(una serie muy recomendada si no la habéis visto) y Paul Mescal (que tiene al público enamorado desde ‘Normal People’ y ‘Aftersun’). La película trata los traumas de una forma escalofriante, en concreto los traumas familiares, el crecer sin una familia que te apoye durante la adolescencia y cómo el protagonista arrastra durante toda tu vida el vacío que eso le deja (y encuentra su propia forma de llenar ese vacío). Habiéndola macerado durante unos días creo que sí que me gustó, pero ya os digo que tendría que darle un segundo visionado para poder hilar todo bien. La foto es preciosa y la forma en la que el director juega con el punto de vista del prota me parece magistral, le doy un 8/10.
Si como a mí, te encanta el cine y te gusta este tipo de contenido, ven conmigo al cine todas las semanas. A partir de la próxima semana, subiremos un pequeño vídeo a Reels y TikTok cada martes hablando sobre la película que haya visto, no te lo pierdas si quieres estar al día de lo que hay en cartelera y si tienes alguna recomendación no dudes en dejarla en los comentarios.
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